Nunca he hablado de Harry Potter, creo.
Resulta ser que, para los que no saben, soy fan chingón de Harry Potter y todo su universo.
En 2001? si, creo que en 2001, cuando estaba de campamento con la Conquista, tuve mi primer encuentro con Harry Potter. Un compañero del grupo, llevaba La Cámara Secreta y en todos sus tiempos libres se ponía a leer. Yo, al ver la portada, pensé que en verdad era una completa porquería... Y es que en Salamandra, la verdad, nunca se esforzaron por las portadas de los libros del mago, siempre fueron una porquería, de principio a fin.
El caso es que regresando de aquel campamento, durante las vacaciones, recuerdo que me enteré de que existía pues, el proyecto de llevarse esos libros a la pantallota, de hecho faltaba poco para su primer estreno, algo así como medio año según mis cuentas.
Ya saben como es el cabrón ese que nos mueve como se le da la gana para cumplir el plan del destino, que entrando a la secundaria, exactamente en ese verano de 2001, me encontré con Harry Potter en la librería. Yo estaba bien chavito, mis ilusiones eran muchas y mi realismo era poco, así que al encontrarme con que había no mames 4 librotes de Harry Potter, y resulta que cada uno más grandote que el anterior; dije: We, Rocko, tienes que ver qué chingados es Harry Potter. Rogué y rogué para que me compraran uno, pero vamos, no podía hacerlo si no decía que ya había leído un poco de ello. Así que pedí La Cámara Secreta. Esa fue tal vez, la primera vez que compré un libro por gusto verdadero y por que quería leerlo. Fuese por las razones que fuese, tenía chingos de ganas de leerlo.
No voy a mentir pero cuando llegó noviembre, es decir unos 2 meses después, y se estrenó la primera película, yo no había leído más de la mitad de La Cámara Secreta. No más. Fui a ver la película, y les recuerdo, estaba chavito: me gustó un chingo. ¿Qué sucedió después? Pues que nos fuimos de vacaciones a Cuernavaca ese diciembre, y aunque la verdad recuerdo que me la pasé bastante bien, también recuerdo que había muchísimo tiempo libre, por lo que, claro, terminé de leer La Cámara Secreta. Por fin. Mi papá me había comprado El Prisionero de Azkabán para regalármelo en el arbolito y todo así bien bonito. Pero como vio que no me pude aguantar más sin qué leer, me dijo "ya, ábrelo, léelo!!" Y si, así hice. En 3 días ya había terminado el tercer libro.
Recuerdo mis opiniones acerca de aquel pequeño librito. Para mi era perfecto. Era como, el cambio radical de la historia, el malo, parecía ya no ser Lord Voldemort, te pintaban las cosas de otro modo y se resolvían muchísimos misterios, pero claro, al final, la cosa se ponía fea. Y bueno, la verdad ni la mitad de fea de lo que se iba a poner después. La verdad es que me enamoré de Harry Potter gracias al Prisionero de Azkabán.
¿Cuánto tiempo pasó? No sé. Pero si mis cuentas no me fallan mucho, fue por febrero de 2002 cuando, nuevamente regalo de mi padre, obtuve El Cáliz de Fuego. Desde el principio me enamoré de la historia. Siempre he sido de explotar los recursos que se tiene al escribir lo que sea. Me explico: si estás escribiendo, puedes manipular la linea del tiempo como se te pegue la regalada gana, el espacio es ilimitado... etc. Así que aquello de que al principio te muestren lo que pasó con Tom Riddle, era algo excelente para mi. Claro, no voy a negarlo, no entendí ni un carajo porque yo decía "cómo que se murio el hijo de Tom Riddle? WTF?! El hijo de Tom es Voldemort!! ME NO ENTENDER!!!" Si, estaba bien chavo.
Si me tardé en acabarlo pero tampoco tanto. Para la primavera ya lo había terminado de leer.
Ese fue un año de los peores de mi vida, la secundaria cada vez más insoportable, mi mismo cada vez más peleado con mi mismo... etc. Tal vez por eso me tardé en comenzar a leer algo más. Pero en fin. Pasaron 2 años, 2 años!! Y en febrero de 2004, cuando mi salida de la Conquista estaba a nada de suceder, se me presentó en charolita de oro La Orden del Fenix, que siendo sinceros, es mi favorito, casi superado por Las Reliquias. Ya salido de la Conquista, en marzo, tardé algo así como 3 semanas en leer la Orden, que es el libro más grandote de todos. Muchos misterios sin resolver, mucho llorar y mucho re-entender la historia central, tal vez por eso me encanta tanto el libro. Conocer un poco del pasado de muchos personajes, etc... si, lo amé. Pero Harry Potter aún no había cumplido su propósito por completo.
Sucedió en verano, que me corrieron de la segunda secundaria. Ja, me quedé de huevón en mi casa. Y durante un tiempo así fue, pero en Octubre, a trabajar. De toda la vida he conocido a Ricardo, un muy viejo amigo de toda la familia, dueño de un taller mecánico, en el que terminé trabajando durante unos 6 meses. Pero no tuvieron que pasar los 6 meses para que Harry Potter hiciera por mi, aquello que hace que hoy lo defienda a capa y espada.
En noviembre me harté. Ya, neta ya, esperar cuánto por otro libro? OTRO AÑO? No we, yo ya no. QUIERO HARRY POTTER RIGHT NOW! Si, hice mis berrinches con mi mismo pero ps qué? A poco por eso me iban a mandar los manuscritos? Ps no. Así que, andaba yo en busca de un Xbox, de esos negros que ahora son como la maquina del tiempo de tan antaños y feos que se ven. En mi búsqueda por la consola, que estaba en esos días agotada, me paseaba por un Samborns. Me encontré ese día, el libro que cambió mi vida para siempre y que me hace un 30% la persona que soy hoy: El Silmarillion.
Leí lo que decía atrás, que me hacía pensar que mis dudas con respecto a muchas cosas de las películas de El Señor de los Anillos, serían resueltas. Y si, pero también quería más. Ese año se me abrió el apetito por la lectura, y todo por qué? Porque yo tenía que leer algo en lo que aparecía de nuevo Harry Potter.
Ya les contaré, en la siguiente entrega, más acerca de lo que el maguito aquel, hizo por mi.
Publicado originalmente en Puerto al Olvido. Sujeto a las licencias de The Holy Crown Foundation. ESTO NO ES UNA NOTA DE FACEBOOK.
0 comentarios:
Publicar un comentario