Hola, Cirila. Hace muchísimo que no te escribo. Ya será casi un año desde la última vez que lo hice. Hace unos minutos estaba mirando fotos tuyas, extrañamente no tengo muchas en la computadora, culpa de varios formateos indeseados durante varios años… La mayoría son de tus últimos meses, por eso es tan difícil verlas; porque me pregunto cuánto tiempo llevarías pasando frio a causa de la hipotermia que al final supimos que tenías.
Hace ya más de un año que partiste, aún te extraño, a veces mucho. No sufro tu ausencia, la entiendo y además agradezco que partieras antes de que sufrieras (pues espero que no hayas sufrido más que esos últimos momentos de dolor). Como te conté hace más de un año, llegó un nuevo miembro a la familia, Turin. ¿Recuerdas? Al crecer terminó pareciéndose mucho a ti, es noble y también me quiere mucho. Cuida la casa, como tú; le encanta ladrar a todo lo que se mueve fuera de la reja.
A veces pienso que la Cher nunca entendió por completo qué pasó contigo. Ojalá pudiera decírselo, pero ella nunca me ha entendido muy bien.
Sabes bien que siempre me he quejado de la manera en la que la gente decide afrontar la muerte de un ser querido. Sabes que detesto los llantos y el luto, no lo soporto. Afortunadamente contigo logré darme cuenta de que yo no sufro por algo tan natural como la despedida de aquellos que nos acompañan. Para resumirlo, no sufro por la muerte. Aun así, debo admitir para ser justos, que cuando miro tus fotos y estoy solo, siento mucha nostalgia, por momentos quisiera correr a cargarte como siempre lo hacía…
Quiero pedirte un favor muy grande; hace poco murió Neko, el gatísimo de Toshi. Te acuerdas de él porque cuando vivíamos en la unidad, jugaban por las mañanas unas corretizas bastante chistosas.
Desafortunadamente Toshi está muy triste por ello, sueña mucho con él y lo extraña bastante. Ojalá lo veas pronto, que haya alguna manera de que Toshi sepa que Neko está bien y que no fue su culpa lo que pasó. Sé que pido mucho, pero imagina que alguien viva con una carga así, sabes que no es justo, aunque la vida no sea justa, algunas veces una pequeña parte de esas injusticias cotidianas pueden exceder el límite.
Cirila, cada vez me cuesta más y más recordar mis sueños, hace tanto que no te veo; o que no recuerdo haberte visto… por eso te extraño algunas veces tanto.
Estoy de vuelta en nuestra ciudad de nacimiento, trabajando… ¿quién lo diría verdad? Pero aquí estoy, dándole al trabajo y estudiando de a poco lo que tanto me gusta. De momento disfruto mucho mi vida, siento que he dado un paso muy grande.
Sobre aquello que ya sabes, ahí la llevamos Cirilita, ahí la llevamos, a ratos creo que la vamos a librar.
Algunas veces pienso que tal vez te volveré a encontrar en esta vida, pero otras me doy cuenta de que tal vez tú y yo ya hemos vivido todo lo que teníamos que vivir juntos y ayudarnos el uno al otro. Lo bueno de que seas un animalito, es que siempre cabe la posibilidad, si fueras persona lo daría por terminado jajaja.
Siempre te extraño Calacirya, siempre…
Rocko.
Publicado originalmente en Puerto al Olvido. Sujeto a las licencias de The Holy Crown Foundation.
0 comentarios:
Publicar un comentario