La gente no olvida. La gente se resigna o termina viviendo en aceptación.
La gente no cambia. Finje ser alguien más y termina creyéndoselo. Tan pronto se den cuenta de ello, el famoso cambio desaparecerá. No hemos cambiado en milenios, ¿qué nos haría cambiar ahora?
La gente no crea. La gente transforma y por supuesto lo que mejor se le da: destruye. No hemos creado en siglos, ¿qué no inspiraría ahora?
La vida no es justa. Nunca lo fue y no lo será nunca. Resígnate o acéptalo. Ya.
Publicado originalmente en Puerto al Olvido. Sujeto a las licencias de The Holy Crown Foundation. ESTO NO ES UNA NOTA DE FACEBOOK.
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