26 may 2010

ECOS X


¡Ocúltate ya, sol... Quiero la noche
como la noche eterna de mi alma,
sin una sola estrella en el espacio,
¡tenebrosa y callada!
Encerrarme después en mi aposento,
abrirle a las tinieblas mi ventana,
mirar y no ver nada, y luego a tientas
acostarme en la hamaca.
Allí quedarme inmóvil, silencioso...
Dejar que corran sin temor mis lágrimas...
Y meditar en su hermosura angélical,
¡y en mi loca esperanza!

José Peón Contreras

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