Turin Turambar

Tolkien escribió en una carta (no me pregunten en cual), que se había inspirado en una epopeya tradicional finesa para crear a Turin. Aunque hay un libro completo que detalla toda la vida de Turin, desde su nacimiento, la muerte de su hermana y la partida de su padre; hasta su muerte cerca del bosque de Brethil después de asesinar a Glaurung (Narn i Chin Hurin: Los Hijos de Hurin); también se le menciona en el Silmarillion (casi toda su vida también) y en los cuentos inconclusos (una gran parte de la misma). Turin Turambar es uno de mis personajes favoritos de toda la literatura Tolkien. Turambar significa: Amo del Destino. Se podría pensar que es despiadado nombrar a un pequeño animalito con el nombre de alguien que cargo una maldición increíblemente terrible, después de todo, nadie querría jamás tener que vivir lo que Turin. Pero es sin embargo, por el temple, la habilidad, el gran espíritu, la fortaleza y la gran fuerza que caracterizaban a este personaje, lo que me llevó a nombrar al nuevo miembro de la familia con ese nombre…

No ha pasado mucho desde que partiste. Ni siquiera un mes. Aun extraño tus patitas en el suelo, tu suéter rosita tapándote la cara, tus ladridos y tus ronquidos por la noche. Incluso apenas la semana pasada por momentos te veía en los sillones, solo para darme cuenta que es el montón de ropa limpia que no he guardado. Por las noches, durante algunos segundos pensaba buscarte antes de cerrar la puerta, como siempre hice cuando estuviste aquí. Pero el sábado, Eärenya, el día del océano, por la noche llego mi mamá con un regalo bien guardadito. En una jaula, entre ropa y periódicos (que tu primo Efraín y tu tía Ivonne donaron con mucho cariño), venía acurrucado un pequeño perrito. Con los ojitos saltones, apenas un poco mas grande que las ojeras de Cher, se asomaba el nuevo miembro de la familia.

El agradecimiento que sentí hacia mamá, la alegría, y la vergüenza por haberme molestado, no se pueden describir… ninguna de las 3. Desde que lo vi, supe que su nombre sería ese, Turin. De haber sido hembra, la habría llamado Valacyrca. Desde ese momento, su pequeña mirada me hizo quererlo mucho, y saber que desde aquel lejano oeste, tu mirabas con alegría, como yo, dejaba de estar triste en un instante. Sé que no lo conociste, el pequeño tiene 3 meses, pero se también que te habría caído bien, no me queda duda alguna. Persigue a la gata con mucho empeño, debe pensar que es su mama como lo hacía Ate con Micha.

Ya han pasado 2 noches desde entonces, ahora mismo lo tengo acurrucado en mi regazo, tomando una siesta. Se que estará bien porque tu lo cuidas desde lejos, te extraño todavía, como no hacerlo, pero ya no me siento solo nunca, ahora tengo de nuevo a alguien que me sigue a todos lados y que me acompaña por las noches.

Una vez mas, Cirila, gracias por todo, se que nos veremos pronto en sueños, le contaré mucho a Turin acerca de ti. Espero me perdoné que aun cuando el ya está aquí, tus fotos siguen inundando la PC, pronto hare una extraña mezcolanza para seguirte teniendo cerca siempre. Te escribiré pronto otra vez, cuídate mucho y disfruta donde estés.

Rocko