6 ene 2010

Día de Reyes


Siempre me gusto más que navidad. Creo que siempre estuve predispuesto a quedar en donde estoy, es decir, abandonando la fe católica. Quién sabe, me gusta pensar a ratos que todo ya está escrito antes de que lleguemos a ello. Resulta que en día de reyes llegaban mas regalos a mi casa que en navidad; esto porque en mi familia nunca hemos sido mucho de hacer intercambio, recuerdo pocas cenas donde nos diéramos entre todos muchos regalos (pero no podemos confiarnos mucho en mi mala, malísima memoria). Mis tíos siempre fueron de regalarnos mucho a mi hermano y a mí, pero curiosamente en navidad esto no era tan común. Con respecto a mi casa (es decir, mis papas y mi hermano), pues los regalos casi siempre llegaban hasta la mañana siguiente debajo del árbol, nunca en la cena, o al menos yo lo recuerdo así.

Era el día de reyes donde llegaba la mayor cantidad de regalos de la temporada, el triple. Conforme fui creciendo y la situación económica de mi casa (y la del país… afortunadamente la de mi casa si se recupero) fue cayendo, las cosas siguieron igual pero los regalos fueron cada vez menos extravagantes. Recuerdo que el último gran día de reyes fue cuando me llegaron unas playeras, la bicicleta, y una carta de los reyes magos, no sé como nunca vi el parecido con la letra de mi padre, apenas un poco mejorada para evitar que se le notara el parecido con la letra de doctor que tiene él. Los siguientes días de reyes ya no fueron tan grandes y entonces recuerdo el ultimo, donde solo nos llegaron un control de play station y 200 pesos para cada quien. Cuando me pongo a pensar el gran esfuerzo de mis padres para juntar esos aproximadamente 800 pesos, me da mucha nostalgia, por eso no me gusta ya tampoco esta fecha. Lo único que me gusta y me gustara siempre (mi panza puede dar fe de ello), es la rosca y ese cachito con azúcar.

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